Durante mis años como perito forense, he presenciado cómo el derecho de familia ha evolucionado dramáticamente. Recuerdo vívidamente un caso que cambió mi perspectiva sobre la intersección entre la psicología y el derecho familiar. Era una disputa por la custodia donde ambos padres parecían igualmente capacitados en papel, con recursos similares y aparente preocupación por sus hijos.
El abogado de la madre me contactó porque algo «no se sentía bien» en las interacciones familiares, aunque no podía precisar qué. Durante la evaluación psicológica forense, descubrimos un patrón sutil pero significativo de alienación parental. El padre, sin ser plenamente consciente, estaba generando una narrativa que socavaba sistemáticamente el vínculo de los niños con su madre.
Sin la evaluación psicológica forense, este patrón habría permanecido invisible para el tribunal. El caso me enseñó que en el derecho de familia, lo que no se ve puede ser más importante que lo evidente. Los abogados familiaristas que no están capacitados en psicología forense están trabajando con una mano atada a la espalda.
Como director del Instituto Robert Owen, he diseñado nuestro programa de Praxis Pericial Forense considerando estas realidades. Los abogados necesitan herramientas específicas para:
- Identificar patrones de manipulación psicológica
- Evaluar el daño emocional en menores
- Comprender las dinámicas de alienación parental
- Analizar la capacidad parental más allá de los factores superficiales
- Interpretar adecuadamente los informes psicológicos forenses
La semana pasada, una abogada familiarista con 15 años de experiencia me confesó: «Después de tomar el diplomado, me di cuenta de que había estado perdiendo información crucial en mis casos. Ahora veo señales que antes pasaba por alto completamente».
¿Se ha preguntado cuántas veces ha perdido detalles críticos en sus casos familiares por no tener formación en psicología forense? ¿Cuántos resultados podrían haber sido diferentes con un mejor entendimiento de las dinámicas psicológicas?
El derecho de familia moderno exige una comprensión profunda de la psicología. En nuestro programa, no solo aprenderá teoría, sino que desarrollará habilidades prácticas para:
- Evaluar el mejor interés del menor desde una perspectiva psicológica
- Detectar manipulación y alienación parental
- Comprender el impacto del conflicto familiar en el desarrollo infantil
- Interpretar evaluaciones psicológicas con ojo crítico
- Desarrollar estrategias legales basadas en evidencia psicológica
Los invito a visitar https://institutorobertowen.com/programas/praxis-penicial-forense-para-juristas/ y descubrir cómo pueden transformar su práctica en derecho familiar.
La justicia familiar no puede ser verdaderamente justa sin una comprensión profunda de la psicología. Como profesional con más de dos décadas en el campo, puedo asegurarles que esta formación no es un lujo, es una necesidad imperativa en el ejercicio moderno del derecho familiar.
Para más información, contáctennos: Teléfono: +506 8667-3131 Email: info@institutorobertowen.com
Las próximas generaciones de abogados familiaristas serán aquellas que dominen tanto el derecho como la psicología forense. La pregunta es: ¿estará usted entre ellos?
En nuestro próximo artículo, exploraremos cómo la psicología forense está revolucionando el derecho laboral. ¿Le gustaría conocer más?
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